luns, 27 de agosto de 2012

Cansancio


Salir por la noche es lo que se supone qué toda persona joven debe hacer, ya lo de emborracharse, más usualmente yo utilizo el término “tajarse”, es algo electivo. De todas formas, es un hecho, un gran porcentaje de la gente que sale va a lo que va, muchos le llaman coger el puntillo; yo no quiero simplicar como muchas personas que detestan la noche y decir que todo el mundo que va de fiesta nocturna quiere volver a casa en ese estado, o peor, porque tampoco es cierto.

Dicho esto, este sábado he llegado a la conclusión de que me he aburrido totalmente de la vida nocturna, del alcohol, las personas que solo quieren vacilar, el escapismo por el escapismo… y lo mejor de todo es que por circunstancias yo no soy una persona que ya salga mucho a esas horas. Tuve mi época destroyer de salir todos fines de semana de los 18 hasta los 24 grosso modo, bebía cubatas y licor café casi como si fuera agua porque mi hígado aún era bastante joven y las resacas mañaneras se pasaban en unas cinco o seis horas como mucho. A partir de ahí por razones que no vienen a cuento paré, sin pretenderlo la verdad, y hasta ahora. Puedo decir que posiblemente de todas las veces que salgo por la noche sí puede haber tres días al año que igual, al estar en un ambiente distendido y tal uno no llego a casa hasta haber medio vaciado los bolsillos.

El alcohol es capaz de sacar toda la mierda que llevas encima, es algo que he comprobado, por tanto no es la solución a nada, si estás realmente jodido hecho trizas por dentro lo único que vas a conseguir posiblemente es llorar como un niño, o joderle la noche a alguien. Hay otras personas que les da por liarla a golpes con alguien, o se ponen a hacer el cafre, o tomarla contra alguien y ponerse a discutir.

Es curioso que fuera por este sábado un día aparentemente normal, un día en el que he estado fuera todo el día, sin desfasar de hecho, el momento en el que justo tras levantarme con un tremendo dolor de cabeza he llegado a esta conclusión; ya no me gusta el alcohol, o por lo menos de esta manera, y ciertamente estoy ya cansado de este tipo de “ocio”.

Dentro de mí siempre ha habido una parte bastante gamberra, por decirlo de alguna manera, y en tiempos me gustaba sacarla de dentro, y lo cierto es que me lo pasaba muy bien y tengo anécdotas kilométricas. Hoy es como si estuviera castrada por los avatares de la vida, y me gustaría que esto no fuera así pero sin darle al drinking, y bebiendo no se arregla nada y menos con la fauna nocturna que habita en los bares.

No voy a censurar a nadie, esta es mi realidad, posiblemente la vuestra sea distinta.