xoves, 13 de novembro de 2014

Retratos romanos con papel de oro en vídreo

Quería subirme a mi atalaya y dar un speech sobre lo de Cataluña y tal, así haciéndome el entendido (los blogs son fomentadores del ego en mayor o menor medida, es así, y quien diga que no tururú), pero a última hora me he dicho; llevo todo el día escribiendo cosas serias, y lo último que me apetece ahora es eso, escribir más cosas serias (o mejor dicho pretendidamente serias). Así que bueno, he optado por la opción B, que creo que os gustará más, y  sino lo siento, la próxima entrada entonces será sobre Cataluña y seguramente salvo Desorden al resto os va a tirar tanto de algún sitio comentar como poneros ropa interior de esparto.

Siempre me ha parecido que los retratos dorados romanos hechos en vidrio son de otra esfera; en este caso nunca han sido comparados con los renacentistas porque en aquella época no llegaron a descubrir esta exquisitez. En algún museo he visto cómo decían que ciertas copias de esculturas hechas por autores renacentistas superaban a los originales clásicos (se me viene a la cabeza el hermafrodita que hay en el museo nacional romano, como obra clásica, y el que hay en el prado, como copia de hace cinco siglos). Siendo bastante trola eso en la mayor parte de las veces, creo que quien sostenga este extremo no aprecia realmente el arte antiguo. Bernini era un fuera de serie (si estáis en Madrid hay una exposición bastante interesante sobre él), creo que nadie ha sabido captar el realismo como él, es perfección pura y dura, pero su escultura tiene poco que ver con el mundo antiguo. En la antigüedad las estatuas se hicieron para ser reverenciadas, y algunas pocas para ser contempladas como obras de arte. Pero el objetivo del arte sagrado de aquella época era estremecer al creyente, y eso no sólo se conseguía con un realismo milimétrico. También era importante que la estatua transmitiera su mundo interior, en muchos casos su serenidad (serenitas que decían mis amigos los romanos). Eso es lo que transmiten estos retratos; esa calma interior conecta a la efigie representada, en este caso a la persona o personas representadas, con los dioses, ya que estas personas representaban una serie de valores que querían exhibir. 

Quizás la más espectacular de todas estas piezas, la cual parece casi un holograma dependiendo de qué luz le de, no la he podido poner porque no tengo una cámara reflex, y ciertamente en mi foto no se ve muy bien (además de que por internet nanai de la china). La inmensa mayoría de estos retratos los podéis encontrar en internet (buscáis roman gold glass, o vetro dorato romano, y os saldrán unos cuantos ejemplos) aunque considero que los que he puesto son los mejores sin duda. Es cierto que se dice que son retratos romanos, pero para seros sinceros los talleres más famosos de los artistas que realizaban estas virguerías solían ser sirios o egipcios, según tengo entendido (aunque bueno, tanto Siria como Egipto formaron parte del Imperio Romano en esa época). Todos son en su mayoría del siglo III de nuestra era, siendo los mejores de origen pagano ya que los cristianos suelen ser un poco cutrillos, porque no eran realizados por los mejores artesanos ya que no eran, en ese siglo, gente pudiente normalmente. Los retratos que veis aquí son de familias senatoriales en su mayoría, es decir, la cream de la cream después del emperador. Muchas de estas piezas han sobrevivido gracias a que fueron reutilizadas, como por ejemplo los retratos de la primera foto que se encuentra en una cruz lombarda (suele decirse que quien aquí aparece era la hija del emperador cristiano Teodosio, Gala Placidia, con sus hijos; hoy en día este vídrio se fecha como 150 años antes), y otras gracias a excavaciones en las cuales no se rompieron los vidrios de milagro porque el azar no quiso que la piqueta se encontrara con la pieza directamente mediante un golpe certero.

En fin, espero que os gusten.