Mi teléfono no tiene cámara,
si la tuviera me haría un selfie,
haría una foto del agua,
y del hombre que está en el borde,
sujetando una señal en la que me pide ayuda.
Conseguí un trabajo y trabajaré aquí durante el verano,
doblando toallas y poniéndolas en la piscina.
Todo el mundo parece feliz los unos con los otros,
hasta que se alejan y dicen lo que realmente quieren decir,
y entonces todos suenan de manera muy cruel.
No sabía a lo que me había apuntado,
cuando me subí a este carro.
No hay manera de que cure el cáncer,
pero desde ahora prometo sentirme bien por todo el bien que he hecho.
Conozco a una chica que tiene una tienda en el centro de la ciudad,
vendiendo ropa a la última moda.
Dice que llora viendo las noticias pero no es verdad,
porque hay mucha diversión y mucho tiempo,
y mucho dinero que recaudar gracias a las tarjetas de crédito.
No sabía a lo que me había apuntado,
cuando cogieron mi cinturón y mi guitarra,
me dijeron que me volvería loco.
Mis brazos están maniatados en una camisa de fuerza,
y por eso no he podido salvar a todos esos refugiados de la televisión.
Cuando sobre sus espaldas,
en un baño sangriento,
lleno de gas sarín,
los vemos en la televisión.
No sabía a lo que me había apuntado,
cuando se puso el sol,
nos quemamos si somos honestos,
nunca he hecho nada, por nadie.
Para caer dormido necesito mucho ruido de fondo para así distraerme,
de otra manera escucharé lo que pienso realmente,
de otra manera estaré hiperventilando.
Sentado en el sofá y pensando sobre,
cómo la vida es una promesa que hice en su momento.
Ningún comentario:
Publicar un comentario