luns, 31 de maio de 2010

Incapacidad Comunicativa

Sí señor, hoy volveremos a marear la perdiz con temas tan estimulantes como ¿Por qué si hay una mínima posibilidad de que un carrito de golf atropelle a una persona yo tengo todas las papeletas?

Es una manera de expresar el gafe que servidor aporreador aquí presente del teclado ha tenido a lo largo de su vida. Las desgracias nunca vienen solas, y cuando estás mal eres un maldito imán que atrae todo el mal fario que habita sobre la faz de la tierra. Por otro lado cuando las cosas funcionan, no hay murciélago, marquesina, adoquín, ornitorrinco, o cefalópodo que pueda contigo. Supongo que el estado de ánimo es un elemento fundamental para entender toda esta suerte de desastres o bagajes positivos que se le presentan a uno.

En mi caso no soy capaz de articular mis pensamientos de manera eficaz. En mi cabeza todo tiene sentido, tiene lógica, es perfecto, pero es abrir la boca y dependiendo del día llego antes o después a donde quiero llegar.

El imbécil de mi hermano mayor sabe jugar perfectamente con eso, sabe llevar las conversaciones hacia lugares en los que me bloqueo, por mucha razón que pueda yo tener la mayor parte de las veces. Aunque con los años procure evitar este tipo de situaciones insufribles, de cuando en vez todavía muerdo el anzuelo y salgo perdiendo; digo esto porque no sólo sufro estas situaciones con él.

¿Es esto tan raro? Es decir ¿Esta incapacidad comunicativa es algo me hace tan común como un negro albino? Igual es que me lo creo mucho y me ocurre como a los adolescentes: creo que mis problemas son únicos en el mundo mundial y que no tienen solución porque nadie me entiende, porque no hay nadie como yo.

Con mi ex en algunos momentos me ha sucedido esto, es decir, yo sabía que algo iba mal, o que ella había hecho algo mal pero de mi puta boca no salían las palabras exactas para hablar de lo sucedido. Este panorama provocaba que no pocas veces yo claudicara, sacando para colmo bandera blanca, para finalmente darle la razón.

Por otro lado aquí servidor presente es un cabezón, y esto que acabo de decir no significa que ella no tuviera razón en un sin fin de situaciones, pero me he sentido un inútil frustrado no pocas veces cuando tenía que haber hablado de determinada manera.

Algún día tendrá que salir la rabia que debo tener almacenada dios sabe dónde, porque no reacciono, y no lo entiendo. Ella por ejemplo lloraba y así en parte se desahogaba, pero ¿Yo qué hago? No lo sé, no sé si esto es bueno, si es malo, si todo va a seguir igual... Lo único que sé es que puede que esta mierda que me está jodiendo desde hace una semana pueda ser un nuevo comienzo para mí. ¿Lo será?

Se llamaba María...

5 años, 10 meses, y 3 días acabaron este 24 de abril de 2010 alrededor de las 7 de la tarde; mientras que empezó un 21 de abril, realmente ya 22, a las 2:15 más o menos.

Uno se puede preguntar: ¿Cómo demonios lo puedes saber con tanta exactitud? Defecto profesional supongo, pero tengo que decir al respecto que ha sido sin duda alguna el tiempo mejor invertido de mi vida, y por esa razón lo sé con tanta precisión. Ni siquiera podría decir a la hora en que murió mi padre con exactitud, pero sí puedo deciros cuando empecé y acabé con María.

Sí, porque María se llama, una chica que emana ira y bondad a partes iguales, con una inteligencia y sentido de humor envidiable, pero con una cerrazón mental que le cierra muchas puertas. No soy la mejor persona para enjuiciar ese punto, pienso que también peco de eso pero lo mío más bien es la relación social. Este último defecto también está en su gama de defectos, pero en menor medida.

Tan parecidos, tan diferentes, supongo que la gracia de todo radicaba en esta máxima; pero todo se precipitó de golpe... Todavía desconozco el porqué exacto de su ira repentina por mis despistes y faltas de atención; suelo ser una persona que se evade bastante, que encajaría perfectamente en el perfil de sabio distraído; no obstante por fortuna o por desgracia de sabio tengo bien poco. No me centro en las cosas, cometo errores constantemente aunque bien cierto es que cada año es menor este desastre, pero todavía persiste, y más cuando me pongo nervioso...

¿Me ponía nervioso? Sexualmente desde luego, pero en los quehaceres de la vida cotidiana cuando iba a visitarla a Salamanca creo que sí. Por otro lado ella me "quiere" pero la he sacado de quicio, y por desgracia esa historia me la conozco demasiado bien, muy bien...

Mi mayor defecto ataca de nuevo, y me vuelve a destrozar nuevamente como si fuera la pescadilla que se muerde la cola. Todavía no sé cómo escapar de esta rueda y la verdad es que no la culpo a ella de todo esto que ha pasado.

María es una persona muy complicada, con un carácter muy difícil en el trato diario, y con unos estados de ánimo que oscilan entre un leve bien estar, y en ocasiones felicidad, con cabreos y tristezas infinitas... Pero a mí eso siempre me ha dado igual, porque yo la quiero, de la misma manera que ella soportaba mis no pocos defectos.

Con la poca perspectiva que tengo ahora después de una semana pienso que posiblemente sea bueno para mí no estar con ella. Cuando estás tanto tiempo con una persona dejas de hacer ciertas cosas, dejas de lanzarte, de experimentar, de investigar con tu propia existencia. Ahora puedo hacer todo eso, absolutamente todo, pero también sentiré un vacío infinito, indescriptible, porque no es fácil encontrar a una persona tan atenta, cariñosa, considerada, y buena, sobre todo buena, algo de lo que este mundo occidental nuestro es deficitario.

¿Qué queda después de una ruptura entre un chico y una chica? ¿Amistad? En algunas ocasiones puedo ser tan cínico como el que más, pero procuro recurrir a ese truco tan rastrero en casos de máxima necesidad, vamos que mi vida dependa de ello. Ambos de la misma ciudad sí, pero ella por aquí no para nunca y mientras tanto ella en Salamanca acabando la carrera y yo en Madrid haciendo la tesis. Estoy cansado de tener amigos a los que nunca veo, y teniendo en cuenta que nos veremos más bien poco lo cierto es que seguramente no habrá ocasión para poner en práctica nuestra nueva "amistad". Ella me ha insistido en nuestra futura "amistad", pero yo prefiero ser sincero conmigo mismo, porque uno de mis mayores defectos ha sido siempre hacer las cuentas de la lechera, pero esta vez no... Total, un dramón.

No me expreso con la claridad que debería, por eso he empezado este relato como lo he empezado, por el final y con pequeños flash-back momentáneos. Pero para qué engañarnos, acabo de empezar este blog y ahora mismo no me va a seguir ni dios, no sé si alguna vez esto tendrá algún seguidor, pero en fin, esperemos que con el tiempo mi estilo sea más depurado, y los temas más entretenidos.