luns, 30 de decembro de 2013

Back to the past, aunque sea a medias.

[Antes de nada, para el que le interese, principalmente Desorden que fue el que preguntó, el enlace de descarga del otro post ya está actualizado. Solamente dura una semana, así que el lunes que viene volverá a caducar]

Echar la vista atrás en fin de año es irremediable, totalmente, y el que diga que no es un notas mentiroso. Además, este es el primer año en el cual pienso que el año no ha empezado en septiembre, sino ahora, en enero. El mundo es una mierda solía decir, el mundo es en gran parte una mierda tiendo a pensar hoy en día, pero en gran parte también depende de cómo te lo montes. Yo creo que me lo he montado mal, o muy mal, no sé si estoy a las puertas de una crisis existencial pero si que de manera honda me pregunto hacia dónde voy, o si voy a ser feliz con el camino que he elegido, o sino sería más feliz sachando na horta (de verdad que no sé como se dice esto en castellano, podría decirse que sería algo así como trabajando en un huerto, pero no tiene todos los matices), o haciendo otra cosa más sencilla. De todas formas seguro que me arrepentiría de no haber hecho lo que estoy haciendo ahora mismo, aunque sea un pozo casi sin fondo. Mucha gente me dice, "eres bueno en lo que haces, seguro que encontrarás el camino", pero eso solamente se queda en buenos deseos si tenemos en cuenta que el mundo en el cual trabajo muchas veces se basa más en el enchufe que puedas conseguir que en la calidad de lo que hagas. Y por otro lado, estoy satisfecho mientras hago esto... pues no, pero no se me ocurre a las claras un plan b, y tampoco estoy seguro de que ese plan b me satisfaga pero algo tendré que pensar cuando acabe con esto, porque parado no puedo estar. Pues sí, llamadlo como queráis, crisis existencial en toda regla si lo preferís así, posiblemente sea eso. De todas formas soy cabezón, y puedo hacer algo más tarde o más pronto, pero lo hago, y cuando sé que soy bueno en algo intento dar lo mejor que tengo, y la gente me lo suele reconocer.

Este sábado fue como una especie de vuelta al pasado, no milimétricamente, pero si en gran parte. Te reúnes con dos amigos de la infancia a los que es realmente difícil de juntar por la distancia, con dos de las personas con las que más risas y más complicidad has tenido en tu vida, y pasas un buen día, entre reproches agridulces a nuestro actual estado laboral. Es curioso, he tenido algún roce con ellos en el pasado y viceversa, pero cuando la gente se aprecia de verdad, si la has cagado lo reconoces y te disculpas con todas las de la ley, no a medias, y lo mimo cuando te las hacen; ahí es cuando te das cuenta de cuando aprecias a alguien, y cuando te aprecian de verdad, no de boquilla. Me doy más cuenta ahora de cuando le tengo verdadero aprecio a alguien ahora, y lo difícil que es encontrar gente que te quiera bien; el problema es que eso solamente lo aprendes a tortas, y esas tortas empiezan pocos años antes de la universidad.

Hablando y hablando, lo cierto es que me enteré de una cosa que me dejó en fuera de juego totalmente. Uno de ellos, al que considero mi mejor amigo, se fue de mi ciudad justo al acabar 8 de EGB. Sus padres son de otra zona de Galicia, y nada más conseguir su madre una plaza de funcionaria, solicitó obtener una plaza de vuelta en su ciudad cuando fuera posible. Aquello tardó siete años en producirse, justo cuando estaban pensando en comprarse una casa aquí... Un par de días antes de llamarle de la Xunta comunicándole la disponibilidad de una plaza en su lugar de origen, casi compran una casa aquí; le dieron muchas vueltas al tema pero estaban casi decididos a hacerlo pero al final no fue. Aquello me lastró en gran parte los cuatro años de bachillerato, tarde en asimilarlo bien. Curiosa la vida, las vueltas que puede dar la jodía si te decides a hacer algo en un momento u otro... Deus nos libre dun xa foi (dios nos libre de un ya fue), como se dice por aquí.

Y por otro, una vuelta al pasado un poco más inmediato. No falla, estás rayado, aunque no siempre se perciba, no tienes gana alguna de ligar, y ZAS!! Resulta que se te ponen a tiro no una, sino dos tías. Pero esto que mierda es!!! Por qué esto no me pasa cuando estoy on fire!!! Y esto no era en una macrodiscoteca ni en ningún sitio masivo que tanto detesto, para nada, era en un bar pequeño al que suelo ir. Normalmente en esta sociedad se acepta que una tía no tenga ganas de ligar, pero no que un tío no las tenga, por las razones que sean no se entiende de ninguna manera. Igual es que soy muy especialito, o quizás no sea el ambiente adecuado (aunque desde luego no soy capaz de hacer nada sino llevo una cerveza encima, aunque en realidad no se trata de toñarse), o vete tú a saber. Alguna chica me ha llegado a decir "eres un vago", en eso, se entiende (la última vez hace relativamente poco, y hace unos diez años una me lo echo amargamente en cara), pero tampoco se trata de eso, se trata de tener confianza, y yo últimamente ando muy rayado, extremadamente rayado, y cuando estoy así no hay fuerzas, ni ganas, ni confianza, ni nada, por muy a huevo que lo tenga.

Me repito más que el chorizo hablando de cosas como ésta, así que de ahora en adelante me voy a callar estos temas, quizás ya me haya dicho a mí mismo todo lo que me tenía que decir. En fin, os deseo un feliz año; las buenas intenciones no cuentan sino pones algo de parte, pero sí que creo que hay algo de suerte, así que eso es lo que os deseo, suerte, y que al menda le toque un poco más de la que ha tenido en estos últimos tiempos. No pido nada más, solamente sentirme mejor.

Esto lo solía escuchar con estos dos cafres a los que tanto aprecio cuando estábamos en EGB.


xoves, 19 de decembro de 2013

Lo mejor de 2013


Güenos días, sí días porque para una vez que me levanto realmente temprano y estoy fuera de casa, tengan ustedes. En fin, este es la cuarta vez consecutiva ya que hago una lista de canciones de lo mejor del año; lo cierto es que creo que aunque algún día sé que abandonaré el blog por dejadez, de lo que estoy casi seguro es que intentaré que esta entrada se haga siempre, más que nada para tener perspectiva de lo que he escuchado durante esta década.

Este año ha estado muy bien, ha habido varios discos que me han gustado mucho (The Dodos, Julia Holter, Cults, My Bloody Valentine, Triángulo de Amor Bizarro...), y otros que han estado bien (Mazzy Star, Sr Chinarro...), cosa que el año pasado pues como que no (creo que salvo de la quema dos, sin más), y a nivel de canciones pues bastante bien en general, y seguro que habrá alguna cosilla por allí que no conozco que me tocaría la fibra, pero en fin, ya se escuchará en otro momento. 

Pues eso, aquí os dejo el enlace con las canciones por si queréis descargároslas y así pues no sé, seguro que habrá algunas que os gusten mucho. Siempre me ha gustado mucho hacer listas de canciones para amigos o conocidos, me lo tomo como un pasatiempo y en el fondo me resulta divertido; siempre suelen gustar las canciones que meto, porque normalmente conozco a la persona e intuyo (bendita intuición) lo que le puede gustar. En esta ocasión no es así, es una lista egoísta, pero seguro que os gusta leñe y sino, esto es como las lentejas, jodíos :P Este año la verdad es que me ha costado hacer un ranking, así que bueno, he dejado las canciones así en función de la última vez que me dio por intentar ordenarlas (seguro que en otro momento el orden sería distinto). Es variadilla en estilos, incluso hay una canción en concreto que seguro que no relacionaríais para nada con mi estilo, pero oye, nunca eliges las canciones que te gustan, te eligen ellas a ti.

*** Los enlaces que he puesto en canda tema suelen ser vídeos de youtube. La aplicación que puse el año pasado para que pudierais escuchar las canciones en plan lista parece que ha pasado a mejor vida.


1-Weight-Mikal Cronin

2-This Lonely Morning-Best Coast

3-Ellas se Burlaron de mi Magia-Triángulo de Amor Bizarro

4-Confidence-The Dodos

5-I Can Hardly Make you Mine-Cults

6-Swim and Sleep (Like a Shark)-Unknown Mortal Orchestra

7-La Buena-Sr Chinarro

8-Minotaur-The Oh Sees

9-Who Sees You-My Bloody Valentine

10-July-Weekend

11-After Life-Arcade Fire

12-California-Mazzy Star

13-My Heart Beats-Veronica Falls

14-Before Your Very Eyes-Atoms For Peace

15-Fifth in Line to the Throne-Camera Obscura

16-Coast-Emily Reo

17-Winter-Daughter

18-San Francisco-Foxygen

19-Tekkno Scene-Elliphant

20-Lullaby-Black Rebel Motorcycle Club

21-Horns Sorrounding Me-Julia Holter

22-Ready to Go-Guards

23-Left to Wonder-Lyla Foy

24-No Face-Savages

25-On my own-Low

26-Ohm-Yo la Tengo


27-No Volveré-Kokoshca

28-Occultation-Girls Names

domingo, 15 de decembro de 2013

martes, 10 de decembro de 2013

Bla, bla, bla, bla

Hace más de un mes estaba hablando con un par de colegas sobre, qué raro, mujeres. En esto que atisbo un poso de desencanto general y tal, y cada uno se pone a enumerar las pegas que encuentra a cada persona con la que se ha encontrado en los últimos tiempos. Yo me quedé pensando en el daño que pueden hacer las palabras. Te puede poner muy burro una chica, le puedes poner muy burra a una chica, pero a veces es empezar a hablar y... (si ya lo decía Depeche Mode en en Enjoy de Silence; "Words are very unnecessary, they can only do harm", o aburrimiento. Un amigo mío de Lugo lo resumió en algo así como; "háblame de ti, yo te hablo de mi, y a ver quién se aburre antes...). Lo más curioso de todo es que recientemente me enteré en una tarde peñazo bibliotequera de cuándo nació la retórica (yo la llamaría de una manera simplificada como, el arte de argumentar); fue por culpa de unos litigios tras un cambio de régimen político en la Sicilia griega (allá por el siglo V a.c.). Antes de eso no hubo necesidad de un lenguaje sibilino, milimetrado (como el de la propaganda política o televisiva). Hace años me metía en unos jardines sin fondo en ciertas discuiones (a pesar de eso soy bastante pacífico), y en fin, me preguntaba por qué debo intentar comprender a gente que no quería comprenderme. Y te das cuenta de que bueno, cada uno tiene sus taras, pero la gente prefiere ser comprendida que comprender, y en eso pecamos todos, unos más que otros. Para bien o para mal ya no me meto en esos jardines con tanta frecuencia...

Las sutilezas del lenguaje a veces son buenas, y otras veces son una mierda, pero también es cierto que la falta de ésta, y sobre todo, de tacto para mí constituyen un vacío muy, muy, muy grande, y una distancia difícil de salvar a la hora de conocer a alguien interesante (aquí ya no hablo ni siquiera de una mujer, sino de alguien con quien congenies). Pero más que eso, lo que yo hecho en falta muchas veces en la gente es la ironía, y el sentido del humor. No creo que pudiera estar con una chica que careciera de ironía y de sentido del humor, vale que el físico también importa (cada uno tiene sus preferencias y joder, para mí hay unos mínimos), pero por mucho que se te ponga a tiro una diosa con serrín en la cabeza, o una creída guapita que lo único que quiere es que le doren la píldora pues, qué queréis que os diga...

¿Queréis un ejemplo de ambas cosas? Pues aquí os dejo dos.





En fin, si eres chica y estás llorado de la risa con estos dos vídeos (me da igual, con uno o con otro), decididamente molas, o por lo menos bajo mi criterio.

PD: Los poemas de Cálico Electrónico me gustan mucho también, aunque son un plagio de los del Buraldor de Castilla de mi añorado El Informal.

mércores, 4 de decembro de 2013

...

Sin embargo, Remedios, la bella, se habría muerto de risa si hubiera conocido aquella precaución. Hasta el último instante en que estuvo en la tierra ignoró que su irreparable destino de hembra perturbadora era un desastre cotidiano. Cada vez que aparecía en el comedor, contrariando las órdenes de Úrsula, ocasionaba un pánico de exasperación entre los forasteros.

Era demasiado evidente que estaba desnuda por completo bajo el burdo camisón, y nadie podía entender que su cráneo pelado y perfecto no era un desafío, y que no era una criminal provocación el descaro con que se descubría 105 muslos para quitarse el calor, y el gusto con que se chupaba los dedos después de comer con las manos.

Lo que ningún miembro de la familia supo nunca, fue que los forasteros no tardaron en darse cuenta de que Remedios, la bella, soltaba un hálito de perturbación, una ráfaga de tormento, que seguía siendo perceptible varias horas después de que ella había pasado.

Hombres expertos en trastornos de amor, probados en el mundo entero, afirmaban no haber padecido jamás una ansiedad semejante a la que producía el olor natural de Remedios, la bella. En el corredor de las begonias, en la sala de visitas, en cualquier lugar de la casa, podía señalarse el lugar exacto en que estuvo y el tiempo transcurrido desde que dejó de estar.

Era un rastro definido, inconfundible, que nadie de la casa podía distinguir porque estaba incorporado desde hacía mucho tiempo a los olores cotidianos, pero que los forasteros identificaban de inmediato.

Por eso eran ellos los únicos que entendían que el joven comandante de la guardia se hubiera muerto de amor, y que un caballero venido de otras tierras se hubiera echado a la desesperación. Inconsciente del ámbito inquietante en que se movía, del insoportable estado de íntima calamidad que provocaba a su paso, Remedios, la bella, trataba a los hombres sin la menor malicia y acababa de trastornarlos con sus inocentes complacencias.

Cuando Úrsula logró imponer la orden de que comiera con Amaranta en la cocina para que no la vieran los forasteros, ella se sintió más cómoda porque al fin y al cabo quedaba a salvo de toda disciplina. En realidad, le daba lo mismo comer en cualquier parte, y no a horas fijas sino de acuerdo con las alternativas de su apetito.

A veces se levantaba a almorzar a las tres de la madrugada, dormía todo el día, y pasaba varios meses con los horarios trastrocados, hasta que algún incidente casual volvía a ponerla en orden.

Cuando las cosas andaban mejor, se levantaba a las once de la mañana, y se encerraba hasta dos horas completamente desnuda en el baño, matando alacranes mientras se despejaba del denso y prolongado sueño. Luego se echaba agua de la alberca con una totuma.

Era un acto tan prolongado, tan meticuloso, tan rico en situaciones ceremoniales, que quien no la conociera bien habría podido pensar que estaba entregada a una merecida adoración de su propio cuerpo. Para ella, sin embargo, aquel rito solitario carecía de toda sensualidad, y era simplemente una manera de perder el tiempo mientras le daba hambre.

Un día, cuando empezaba a bañarse, un forastero levantó una teja del techo y se quedó sin aliento ante el tremendo espectáculo de su desnudez. Ella vio los ojos desolados a través de las tejas rotas y no tuvo una reacción de vergüenza, sino de alarma.

-Cuidado -exclamó-. Se va a caer.

-Nada más quiero verla.-murmuró el forastero.

-Ah, bueno -dijo ella-. Pero tenga cuidado, que esas tejas están podridas.

El rostro del forastero tenía una dolorosa expresión de estupor, y parecía batallar sordamente contra sus impulsos primarios para no disipar el espejismo.

Remedios, la bella, pensó que estaba sufriendo con el temor de que se rompieran las tejas, y se bañó más de prisa que de costumbre para que el hombre no siguiera en peligro. Mientras se echaba agua de la alberca, le dijo que era un problema que el techo estuviera en ese estado, pues ella creía que la cama de hojas podridas por la lluvia era lo que llenaba el baño de alacranes. El forastero confundió aquella cháchara con una forma de disimular la complacencia, de modo que cuando ella empezó a jabonarse cedió a la tentación de dar un paso -Déjeme jabonarla adelante. -murmuró.

-Le agradezco la buena intención -dijo ella-, pero me basto con mis dos manos.

-Aunque sea la espalda -suplicó el forastero.

-Sería una ociosidad -dijo ella-. Nunca se ha visto que la gente se jabone la espalda.

Después, mientras se secaba, el forastero le suplicó con los ojos llenos de lágrimas que se casara con él. Ella le contestó sinceramente que nunca se casaría con un hombre tan simple que perdía casi una hora, y hasta se quedaba sin almorzar, sólo por ver bañarse a una mujer. Al final, cuando se puso el balandrán, el hombre no pudo soportar la comprobación de que en efecto no se ponía nada debajo, como todo el mundo sospechaba, y se sintió marcado para siempre con el hierro ardiente de aquel secreto. Entonces quitó dos tejas más para descolgarse en el interior del baño.

-Está muy alto -lo previno ella, asustada-. ¡Se va a matar!

Las tejas podridas se despedazaron en un estrépito de desastre, y el hombre apenas alcanzó a lanzar un grito de terror, y se rompió el cráneo y murió sin agonía en el piso de cemento. Los forasteros que oyeron el estropicio en el comedor, y se apresuraron a llevarse el cadáver, percibieron en su piel el sofocante olor de Remedios, la bella.

Estaba tan compenetrado con El cuerpo, que las grietas del cráneo no manaban sangre sino un aceite ambarino impregnado de aquel perfume secreto, y entonces comprendieron que el olor de Remedios, la bella, seguía torturando a los hombres más allá de la muerte, hasta el polvo de sus huesos.

Sin embargo, no relacionaron aquel accidente de horror con los otros dos hombres que habían muerto por Remedios, la bella. Faltaba todavía una víctima para que los forasteros, y muchos de los antiguos habitantes de Macondo, dieran crédito a la leyenda de que Remedios Buendía no exhalaba un aliento de amor, sino un flujo mortal La ocasión de comprobarlo se presentó meses después una tarde en que Remedios, la bella, fue con un grupo de amigas a conocer las nuevas plantaciones.

Para la gente de Macondo era una distracción reciente recorrer las húmedas e interminables avenidas bordeadas de bananos, donde el silencio parecía llevado de otra parte, todavía sin usar, y era por eso tan torpe para transmitir la voz. A veces no se entendía muy bien lo dicho a medio metro de distancia, y, sin embargo, resultaba perfectamente comprensible al otro extremo de la plantación.

Para las muchachas de Macondo aquel juego novedoso era motivo de risas y sobresaltos, de sustos y burlas, y por las noches se hablaba del paseo como de una experiencia de sueño.

Era tal el prestigio de aquel silencio, que Úrsula no tuvo corazón para privar de la diversión a Remedios, la bella, y le permitió ir una tarde, siempre que se pusiera un sombrero y un traje adecuado.

Desde que el grupo de amigas entró a la plantación, el aire se impregnó de una fragancia mortal.

Los hombres que trabajaban en las zanjas se sintieron poseídos por una rara fascinación, amenazados por un peligro invisible, y muchos sucumbieron a los terribles deseos de llorar.

Remedios, la bella, y, sus espantadas amigas, lograron refugiarse en una casa próxima cuando estaban a punto de ser asaltadas por un tropel de machos feroces.

Poco después fueron rescatadas por los cuatro Aurelianos, cuyas cruces de ceniza infundían un respeto sagrado, como si fueran una marca de casta, un sello de invulnerabilidad. Remedios, la bella, no le contó a nadie que uno de los hombres, aprovechando el tumulto, le alcanzó a agredir el vientre con una mano que más bien parecía una garra de águila aferrándose al borde de un precipicio.

Ella se enfrentó al agresor en una especie de deslumbramiento instantáneo, y vio los ojos desconsolados que quedaron impresos en su corazón como una brasa de lástima. Esa noche, el hombre se jactó de su audacia y presumió de su suerte en la Calle de los Turcos, minutos antes de que la patada de un caballo le destrozara el pecho, y una muchedumbre de forasteros lo viera agonizar en mitad de la calle, ahogándose en vómitos de sangre. La suposición de que Remedios, la bella, poseía poderes de muerte, estaba entonces sustentada por cuatro hechos irrebatibles.

Tal vez, no sólo para rendirla sino también para conjurar sus peligros, habría bastado con un sentimiento tan primitivo y simple como el amor, pero eso fue lo único que no se le ocurrió a nadie. Úrsula no volvió o ocuparse de ella.

En otra época, cuando todavía no renunciaba al propósito de salvarla para el mundo, procuró que se interesara por los asuntos elementales de la casa. "Los hombres piden más de lo que tú crees" -le decía enigmáticamente.

Gabriel García Marquez.