venres, 10 de xullo de 2020

La frustración de cada cuatro años...

Vuelven las elecciones gallegas, vuelve un domingo de frustración viendo cómo Galicia vuelve a pegarse el enésimo tiro en el pie votando al PP, porque aquí el voto no se produce como fruto de una reflexión mesurada sino como fruto de la costumbre, y en el caso de mi provincia porque igual tu puesto de trabajo depende de ello.

Es difícil entender al gallego medio para el común del españolito medio, ¿por qué?, porque el gallego es más de matices, más filosófico, es capaz de responderte con una pregunta, y un castellano por ejemplo es una persona más de elige blanco o negro, y cuya entonación parece que nunca acaba de subir del todo. Obviamente esta argumentación está llena de estereotipos, aunque lo curioso es que los que no sois gallegos acabáis de descubrir que para nosotros el español medio es concebido como un borde (eso no significa que sea mala gente), mientras que para vosotros que un gallego sea "indeciso" es lo más normal del mundo y no habíais pensado qué pensábamos nosotros de vosotros ¡Qué paradoja! :P

En fin, había pensado en hacer un post explicando las razones por las cuales el PPdeG siempre gana en Galicia, pero sería harto complicado y como dije en el anterior post, me produce bastante bajona hablar de política a día de hoy, y ya casi me doy con un canto en los dientes si como parece el neofascismo no consigue representación. Si esto pasase, creo que seríamos la única zona de toda España en la cual no estarían en ninguna institución. Menos da una piedra.

Como soy algo masoca, intentaré hacer un resumen condensado. Será un algo un poco cutre salchichero, como yo, para que si os interesa os hagáis una idea:

Un elemento fundamental para entender el voto por este rincón del mundo es el clientelismo, y esto no es algo exclusivo de aquí, ni mucho menos, lo que pasa es que quizás como algunos nos quejamos nos hacemos más eco de ello. Así, sobre todo durante el XIX, en Europa existía lo que se llamaban las redes clientelares, las cuales consistían en el hecho de que personajes poderosos concediesen favores a gente con menos posibles para que si necesitasen que les devolviesen el favor, acudiesen en su ayuda. De hecho, la España de Cánovas y Sagasta, del "turno pacífico" se basó en gran parte en esto, aunque en general eran elecciones amañadas votase lo que votase la gente. Quizás el origen más diáfano de este hecho se rastrea mucho tiempo más atrás, ya que en época romana existía lo que se llamaba la relación Patrón-Cliente. El patrón era un patricio con dinero y prestigio que recibía cada mañana la visita de sus clientes que venían a besarle la mano e incluso a postrarse ante él. Como se sentía en deuda, el cliente se plegaba a lo que le ordenase; si este tenía que ir al foro (el centro de la ciudad) a un juicio, allá iba, e incluso si tenía convencer gente para entablar negocios o cerrar acuerdos, (también) allá iba. Uno de los hechos más curiosos es que incluso servían para difamar a alguien, de manera que lo que veis en twitter no es nada nuevo; una cuenta con muchos fallowers ataca por medio del efecto "turba", señala a otra cuenta y allí van sus followers a decirle de todo menos bonito. Lo más curioso de todo es que el término "turba" es una herencia de la terminología clientelar romana, la cual en este caso hace referencia a los clientes más humildes de los patronos romanos, los cuales podían ejercer de matones contra otros ciudadanos. 

Lógicamente, estas obligaciones podían convertirse en un verdadero coñazo para el subalterno porque podía pasarse un día empantanado sin poder disponer de su tiempo, de manera que los clientes a veces se quejaban de tener que estar todo el día con el patricio. En contraprestación para el cliente, el patricio le daba a este como recompensa alimento e incluso dinero, y de hecho en fechas como las de las Saturnales o los cumpleaños, la remuneración o el cesto con alimento podía ser más generoso (de ahí la motivación de las cestas de navidad, fiesta que ha heredado algunos elementos de la antigua Saturnalia). No obstante, si el cliente solo vivía de lo que le daba el patrón era tildado de "parásito". Por tanto, no tenía buena prensa que el cliente no tuviese una forma de vida propia.

Pues bien, en mi provincia (Ourense), el presidente de la diputación (Baltarín), heredó en cierta manera la institución de su padre (Baltar), y su manera de gobernar se basa en conceder favores a diestro y siniestro pero, "amiguiños si, pero a vaquiña polo que vale", que es una manera muy gallega de ejemplificar el "do ut des" romano (yo te doy algo si tú me das algo a cambio), de manera que cuando llegan las elecciones cogen el listín telefónico y empiezan uno por uno, "fulanito, ¿te acuerdas de quién te consiguió el empleo que tienes?, ¿verdad?, pues ya sabes lo que tienes que hacer; y cuando hayas votado, me avisas". Fruto del desgaste, este poder se ha erosoniado con los años; la población ha envejecido una salvajada porque la juventud emigra ante la falta de oportunidades (a otras partes de Galicia, cruzan el telón de grelos, emigran a Europa, etc), de manera que los que se quedan lo hacen resentidos, y poco a poco el cambio generacional va haciendo mella. Sea como fuere, la justicia nunca ha conseguido trincar al clan Baltar, y este, aunque sea en menor grado, sigue tejiendo su red de favores, lo cual explica parte de su resistencia.

En primer lugar, por tanto, se deduce que mi provincia es la base principal para que el PPdeG siga gobernando, porque sobre todo en Pontevedra y A Coruña no lo tienen tan fácil e incluso la izquierda ha llegado a conseguir más representación que Feijóo and co. En segundo lugar, otro tema a tener en cuenta es el control omnímodo de la prensa. Es decir, todas las cabeceras de las siete ciudades están subvencionadas hasta las trancas por la Xunta, ya que de lo contrario serían más que deficitarias. En general la calidad de la prensa gallega da bastante vergüenza ajena, aunque La Voz de Galicia se salvase antaño por ciertas firmas de prestigio que trabajaban en ella, pero desde que llegó Feijóo todo eso se acabó, y un periódico que si bien en sus primeras páginas siempre fue pepero a muerte, para compensarlo tenía una pluralidad de opiniones conforme ibas pasando las páginas del diario; todo eso ya forma parte del pasado, de un tiempo a esta parte las primeras páginas son iguales que las últimas, y los mamporreros de Feijóo copan todas páginas. Ahora mismo si a eso le sumamos que Radio Galega y Televisión de Galicia parecen un mitín constante de Feijóo, creo que podríamos decir que en Galicia vivimos en un NODO informativo del cual solo se salvan dos digitales y un periódico en gallego de reciente creación. De hecho, fijaos qué control de los medios quieren tener, que el digital de mayor tirada de Galicia (adverso a nuestro amigo) hasta hace poco estuvo lleno de afiliados del PP vertiendo comentarios trolls para hacerse notar...

Lo peor de todo esto es que en las últimas tres elecciones el PPdeG se había comido una leche épica dado que no gobierna ninguna de las siete ciudades y tampoco la mayor parte de las diputaciones excepto una; ¿adivináis cuál? Por supuesto, la de Ourense, pactando con el partido de un trastornado, pero de eso si tal hablaré otro día que es para mear y no echar gota... Desde ese momento, las encuestas que se habían hecho eran francamente negativas para el amigo Feijóo, pero, ¡oh, sorpresa!, de un tiempo a esta parte, ¡milagro!, San Alberto Núñez Feijóo ha convertido el agua en vino.  Por arte de magia todas, las encuestas que le eran adversar ahora le dan una victoria salvaje a pesar de tener poblaciones enteras de uñas por intentar cerrarles sus hospitales comarcales, por la privatización encubierta de servicios básicos que ahora son desastrosos, a lo que hay que sumar que durante 11 años han cerrado muchas empresas importantes y no ha hecho nada para revertir ese factor a pesar de tener competencias para hacerlo. De todas formas el verdadero milagro es que maltratando a sus votantes más fieles, los ancianos, estos le votan igual, "non sexa que veñan os comunistas e che quiten as leiras". Sí, en Galicia la gente mayor piensa mucho en clave de propiedad, por muy pequeña que sea.

Cuando ha habido protestas importantes, sencillamente para la prensa gallega no existen, es decir, no aparecen en absoluto, o como mucho tienen una pequeña columna, y en el mejor de los casos se muestran pero con una manipulación épica. De hecho, ahora mismo hay un brote importante en A Mariña, la comarca costera de Lugo, y hay más casos con COVID que cuando Feijóo reclamó suspender las elecciones en abril... Al respecto, lo mejor de todo es que La Voz de Galicia ya reproduce mensajes gubernamentales sin ni siquiera entrecomillar, es decir, ¡hace suyo el argumentario!



En fin, en qué consiste una buena manipulación, no es un mensaje directo en plan, "mata a este porque es muuu malo", es una forma de inferir cosas de manera machacona durante un tiempo prolongado como quien no quiere la cosa, como por ejemplo el rótulo de Antena 3 que indica que en un Murcia hay 70 nuevos positivos con COVID y además han llegado 9 inmigrantes sin papeles, (lo cierto es que en ese momento están diciendo dos cosas diferentes e indican las dos cifras a la vez, pero ahí queda la cosa, en la pantalla, y lo peor es que no es la primera vez que hacen cosas así...). Pues eso, con dos digitales de tirón y un periódico poco se puede hacer contra esta maquinaria, dado que además la TVG es la televisión más vista en Galicia y La Voz de Galicia con diferencia el diario más leído. Si a eso le sumamos que la prensa de izquierdas de Madrid le tira flores a Feijóo porque lo prefieren a él antes que al amago de trumpista que es Pablo Casado... Como decimos en Galicia, "¡coitados!", como no lo aclamen dudo que cruce el telón de grelos en dirección a Madrid. El tema es el siguiente; la intelectualidad de izquierdas del estado piensa que la previsible ostia del PP en Euskadi frente al éxito del rebelde Feijóo va a hacer que este último ocupe el puesto de Casado tarde o temprano. Es decir, el silencio de los Maraña, Escolar, y compañía no es inocuo. En Galicia se piensa mucho eso porque ningún sector de la prensa que apoya al gobierno ha arrimado el hombro para atacar a Feijóo durante los últimos meses, y así es muy difícil contrarrestar una maquinaria mediática del calibre del NODO informativo de Feijóo, una maquinaria casi dictatorial.

Y eso, que es todo muy triste, ¡mucho! Ser de un lugar mayoritariamente sin autoestima alguna es depresivo, como dicen que somos los gallegos algunos que viven al otro lado del telón de grelos, porque no nos entienden, aunque a veces hasta a nosotros mismos nos cueste entender a ciertos especímenes de aquí.











2 comentarios:

Ses dixo...

Hace ya años que no veo la televisión y, a pesar de ello, me llegan todo tipo de mensajes de este tipo desde otros lugares. Justo cuando después del confinamiento se reanudó el fútbol comprendí que nos querían desinformados y ocupados en tonterías. Parece que pensar esté como penalizado, ¿no te da esa sensación?

NaoBerlin dixo...

Acabo de releer el post y me ha quedado bastante atropellado (es lo que pasa cuando quieres decir ocho millones de cosas y estás indignado), intentaré no volver a escribir tochos de ese estilo. Bueno, en nuestro caso este NODO informativo existe desde el 2009. No es algo nuevo, es algo que existe desde hace once años por lo menos.

Ahora me da la sensación de que fuera de aquí comienza a pasar también que la prensa casi ya no es crítica, sigue la línea editorial de una corriente ideológica, y vía. Aquí eso pasa desde hace demasiado pero lo peor es que como toda ella es deficitaria y dependen de las subvenciones de la Xunta, en la práctica se pliegan totalmente a lo que les diga Feijóo. Ya ni las formas guardan.