xoves, 1 de xullo de 2021

Aquel día que el Celta perdió la Copa del Rey...

Uno ya va peinando alguna que otra cana (este año de golpe me han aparecido en la barba unas pocas agrupadas) y claro, de cuando en cuando te encuentras de sopetón con recordatorios de cosas que pasaron hace veinte años, concretamente de fechas importantes para ti. En este sentido, por aquel entonces terminé COU, o mejor dicho, suspendí COU y me tuve que ir interno a un instituto en Santiago en verano donde conocí a parte de los mejores piezas de toda Galicia para aprobar el curso y poder presentarme a la selectividad en septiembre, como así fue. Sea como fuere, lo cierto es que aquel verano a pesar de todo me lo pasé bien (llámame masoca), de hecho todavía sigo en contacto con algún elemento de aquella época. 

Por temas que no vienen a cuento tengo que tratar con gente que tiene esa edad hoy en día, y al hacerlo recuerdas cómo eras cuando estabas en su lugar al igual que el mucho tiempo que ha pasado desde aquel entonces, pero paradógicamente no parece que haya sido hace tanto. También es paradógico constatar que aunque me sigo considerando joven y puedo empatizar bastante con ellos, a veces también pienso ¿pero cómo pueden ser tan gilipollas?, sencillo, porque yo también lo era a su edad, y con un grado de empanamiento épico. De hecho puedo asegurar que la postadolescencia es una fase en la que todo es muy confuso, no sabes de nada y pretendes saberlo todo, pero también es cierto que empiezas a experimentar cosas que antes no sabías que existían y que descubres que hay otro mundo ahí fuera más allá del de tu entorno inmediato, sobre todo si te vas de casa. 

Sí, eres más intensito, y de hecho los flashes que provienen de esa época se rememoran con dicha intensidad en no pocas ocasiones. Recuerdo estar en la playa la noche de San Juan de aquel año, cerca de Pontevedra, y escuchar Pyramid Song de Radiohead por primera vez mientras estaba pillado observando la hoguera. Ahí empezó mi obsesión por Radiohead por aquel entonces, y esa todavía sigue siendo una de mis canciones favoritas de todos los tiempos. En este sentido, si U2 fue mi grupo de adolescencia Radiohead lo fue de la universidad. Siempre hay momentos que sirven de punto de inflexión, supongo.

¿Y todo esta reflexión cutre-salchichera a qué se debe? A que el motivo al que aludía al principio del texto se debe a que se cumplen veinte años de la derrota del Celta en la Copa del Rey de 2001. Todavía recuerdo cómo una conocida me dijo cuando me vio sentado y tan cabizbajo en unas escaleras, "¡pero si solo es fútbol!"... No levanté la cabeza porque si las miradas pudiesen matar esa sería una de ellas. Hoy me lo tomaría de otra manera, pero con esa edad uno es muy intenso para según qué cosas, pero en fin, el tacto esa persona lo tenía donde yo me sé porque que mis amigos me llamaran Celtarra ya era significativo de lo que me importaba el Celta. 

Pues eso, queso, lo voy a dejar aquí porque no me quiero poner todavía más moñas haciendo de abuelo cebolleta, que como soy historiador ya de por sí tiendo a ser bastante nostálgico del pasado. 
  
 

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